Dar a conocer nuestra marca a través de las redes sociales se ha convertido casi en una necesidad entre profesionales y empresas.
Hoy en día, tener un perfil en redes profesionales como linkedIN o una cuenta en twitter supone una ventaja competitiva para dar a conocer nuestro talento, hasta el punto de que parece incluso que si no estás en estas plataformas o tienes pocos seguidores o no interactúas mucho o, que si herramientas para medir la influencia no te dicen que eres influyente, parece que no eres nadie o que no has hecho nada importante a lo largo de tu trayectoria laboral.
Para algunas personas el «crear» su marca personal se ha convertido en una carrera de obstáculos que hay que saltar a toda costa para llegar a la meta: salir en todas las fotos y ser invitado a todos los eventos o «saraos», esto provoca que algunos profesionales dediquen más tiempo a mirarse el ombligo y dejar en segundo plano lo que realmente importa en el mundo 2.0: compartir, hacer networking, aprender….
No nos equivoquemos, en las redes sociales no se «crea» la marca. Son unos canales de comunicación que se suman a los existentes, al alcance de todos, que nos permiten, si los gestionamos de forma correcta, dar a conocer nuestro talento y potenciar nuestra marca (que se supone ya teníamos). No es muy ético considerar que una persona que por ejemplo, tiene pocos seguidores en twitter o no tiene blog, o no sale en muchas fotos, no merece ser considerado por nosotros. Ni la profesionalidad ni la marca se miden por el número de seguidores. Quizás se trata de un profesional con una marca personal consolidada, por su experiencia, talento y conocimiento y, simplemente, acaba de «aterrizar» en estos medios de comunicación.
Conservo en mis favoritos este tuit de Pedro Rojas, que expresa claramente lo que pretendo transmitir en el post:
No tengas miedo a empezar, a dar a conocer tu talento y trabajo, poco a poco, escuchando, aprendiendo y compartiendo. No pienses que los demás saben más que tú y que no tienes nada que aportar.
Y tú que opinas: ¿»crear» o gestionar nuestra marca a través de los medios digitales?
